Compartir > >

 

• 

  0 comentarios

• 

  Imprime esta página

Tras la reciente inversión de 10 millones de euros en las instalaciones salenses y la producción garantizada, la dirección afronta ahora la mejora de las condiciones medioambientales

La empresa Kronospan de Salas  de los Infantes proyecta otra fuerte inversión a medio plazo, tras los 10 millones de euros que ha  gastado recientemente en la mejora de las instalaciones;ahora, se trata de la construcción de una depuradora para tratar las aguas que precisa la compañía para realizar su trabajo, y que tendría capacidad para depurar 10 metros cúbico a la hora. De momentos se han dado los primeros pasos, con la realización de los estudios previos e, incluso, el tanteo para conocer los costes de producción.
El vertido que se produjo la pasada semana y que se filtró por el talud a una finca particular no está detrás del proyecto, ya que se trató de un hecho puntual, y la construcción de la EDAR está planificado con anterior al ser necesaria al margen de cualquier problema similar al sucedido días pasados. De hecho, puntualizan desde Kronospan, hay muchos líquidos con los que trabajan que no podrían ir a la depuradora; son aceites, tintes y colorantes que se reciclan y luego los retira un gestor. Detrás del proyecto de la compañía está más bien el hecho de que la depuradora de Salas aún no está en servicio y que, en todo caso, es pequeña para cubrir las necesidades del volumen de agua con el que trabaja esta empresa ubicada en el polígono industrial. Por ese motivo, se ha decidido afrontar la inversión necesaria para instalar su propia depuradora que a la larga será más barata, entienden en Kronospan, además del efecto beneficios para ésta y el medio ambiente, como es la reutilización del agua depurada.
Kronospan tiene en estas instalaciones una depuradora exclusivamente de fecales. Con el nuevo proyecto, se eliminaría ésta y la nueva asumiría la depuración, tanto de las aguas fecales como las industriales, a través de dos canalizaciones.
VERTIDO LIMPIO

Una semana después ya no queda rastro del vertido que se produjo en la empresa al derramarse un tinte verde de un bidón y mezclarse con agua y que acabó filtrándose a través del talud desde las instalaciones de la fábrica a una finca particular.
El vertido no era tóxico, pero si resultó muy llamativo por el color verde azulado. Una cuadrilla de Kronospan trabajó varios días recogiendo el vertido. Ahora, esperan que seque el terreno para restaurarlo con tierra nueva. La empresa ha hecho una oferta de compra al propietario por la finca.